lunes, 14 de octubre de 2013

Regulación y tolerancia, Parálisis inmunológicas (grupo 04)

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO
(UTESA)

Grupo: 04

Presentado por:
Joselina Guerrero 1-11-1030
Alfred Polanco 2-10-2516
Jefry Nuñez 2-10-2116
Karina Rodriguez 1-11-0561
Karla ovalle 1-11-0490
Stephanie Duran 1-11-0465
Jose Rafael 2-10-1328
Dorianny Salas 1-11-0306
Wirline flaurisco 2-101078
Andy 1-11-0771

Tema: Regulación y tolerancia,
Parálisis inmunológicas


REGULACION Y TOLERANCIA

La respuesta inmune específica, tanto humoral como celular, está regulada tanto en su naturaleza como en su intensidad y duración por una serie de factores:
·        por el antígeno
·        por anticuerpos
·        por inmunocomplejos
·        por la naturaleza de la célula presentadora
·        por citoquinas
·        por factores genéticos del hospedador
·        por redes idiotípicas
·        por regulación neuroendocrina

·       
Las bacterias extracelulares, los productos bacterianos, y en general los antígenos solubles suelen inducir principalmente una respuesta humoral.
·        Los patógenos intracelulares provocan sobre todo respuesta celular.
Cuando el antígeno es eliminado, las células T y B vuelven a reposo, por lo que el sistema inmune va disminuyendo la intensidad de su respuesta.


       ·
 Las dosis óptimas inmunogénicas dependen de cada antígeno, pero en general dosis muy altas inhiben la respuesta inmune. Las dosis muy altas de antígenos polisacarídicos pueden provocar tolerancia en las células B.
        ·En algunos casos, la concentración alta de antígeno origina delección clonal de células específicas para dicho antígeno.
        ·La administración subcutánea o intradérmica suele ser inmunogénica.
        ·Grandes cantidades de antígeno por vía oral, venosa o como aerosol pueden provocar tolerancia inmunológica o una desviación de respuesta.
Competencia entre antígenos
La presencia de un antígeno determinado en una mezcla de antígenos puede provocar una gran disminución de la respuesta inmune a esos otros antígenos. El péptido más inmunodominante se une a casi todas las MHC disponibles, evitando la unión de otros péptidos; ello evita la activación de células T que reconocen esos otros péptidos.


Se trata de una retrorregulación negativa basada en supresión mediada por los anticuerpos de clase IgG. El efecto puede explicarse por:
        ·al aumentar la concentración de anticuerpos se elimina más antígeno
        ·al haber mayor concentración de anticuerpos libres, compiten con los receptores (mIg) de los linfocitos B para unirse al antígeno
        ·La IgG se  RII de la superficie de lasguniría por su porción Fc al receptor Fc células B vírgenes, y por uno de sus brazos Fab al antígeno, que a su vez estaría engarzado a una mIg de esa célula B.
El llamado "pecado antigénico original" es la tendencia a producir, durante la respuesta secundaria anticuerpos de la especificidad que   fue predominante en la respuesta primaria, a pesar de que en la entrada secundaria y ulteriores del antígeno las variantes sean diferentes a la original.

Experimentalmente se ha visto que cuando se administra simultáneamente un antígeno y anticuerpos monoclonales IgM frente a dicho antígeno, se mejora la respuesta inmune. Las posibles explicaciones son:
·        desarrollo de una respuesta anti-idiotípica a la IgM monoclonal, que amplifica la respuesta
·        unión de complejos inmunes Ag-IgM monoclonal a los receptores para Fc de ciertas células presentadoras, mejoran su capacidad de engullir, procesar y presentar el antígeno.


El antígeno que forma parte del inmunocomplejo puede quedar entrecruzado por un brazo Fab de la mIg del linfocito B y por un brazo Fab de un Ac distinto que forma parte del inmunocomplejo, y que está unido a la célula B por el engarce de su porción Fc a un receptor para Fc.

Suele generan las dos señales para activar al linfocito al que presenta el péptido procesado.
La célula presentadora no es profesional, y carece del tipo de molécula que genera la señal coestimulatoria.

La capacidad de respuesta inmune depende del fondo genético de cada individuo. Se ha determinado la existencia de genes  que condicionan o modulan la respuesta inmune. Algunos ligados al complejo MHC, otros residen fuera.
El que determinados haplotipos condicionen una mayor sensibilidad a   determinado agente puede explicarse por dos tipos de mecanismos:
·        durante la selección intratímica determinado clon de linfocitos puede quedar deleccionado por su capacidad de reconocer auto-péptidos en el surco de MHC
·        unión más o menos buena de ciertos péptidos derivados del patógeno en el surco del juego particular de moléculas MHC del individuo.
Unos 10 genes que controlan la capacidad de respuesta global del organismo a antígenos complejos. Algunos afectan a la capacidad del macrófago para procesar antígeno y a su actividad microbicida.
La ausencia de cualquier gen determinante de alguna función esencial en el sistema inmune puede condicionar fenotipos patológicos.

Se debe a Niels Jerne  quien obtuvo por ello el premio Nobel en 1984.

Cuando se administra a un animal grandes dosis de un antígeno.
Aunque el fenómeno de supresión es real, no hay apoyos experimentales serios como para defender la existencia de unos linfocitos supresores especializados.
        ·La supresión puede deberse, en algunos casos, a linfocitos T clásicos
        ·Existen indicios
        ·Recientemente se ha visto un tipo de supresión mediatizada por linfocitos TC de fenotipo CD4+ , que pueden matar selectivamente células presentadoras de antígeno

REDES INMUNO-NEURO-ENDOCRINAS 
Desde antiguo existían observaciones clínicas que indicaban que determinados factores psicosociales pueden influir en la susceptibilidad del individuo a enfermedades infecciosas o autoinmunes.
Actualmente existe evidencia de comunicación tridireccional entre sistema inmune, sistema nervioso y sistema endocrino.
        Ratones sometidos a confinamiento diario, durante 1 hora, en una caja pequeña, son incapaces de recuperarse de la inoculación de una dosis de virus Sendai que en los ratones normales es subletal.·
        ratas sometidas a estrés de luz, de ruidos o a frecuentes manipulaciones producen menos concentraciones de anticuerpos cuando se les inocula eritrocitos de carnero.·
        Monos separados de sus familias o compañeros experimentan una disminución en las respuestas mitogénicas de sus linfocitos.·
        Las respuestas mitogénicas de los linfocitos también quedan mermadas en humanos en épocas de estrés (como por ejemplo, ante un examen).·
El sistema nervioso central puede influir de varias formas sobre el sistema inmunitario:
·        el sistema simpático puede afectar directamente a ciertos linfocitos, o puede influir indirectamente sobre el tránsito linfocitario al regular el suministro de sangre a los órganos linfoides.
·        Ciertas hormonas pituitarias (como la GH, endorfinas y encefalinas) pueden actuar directamente sobre linfocitos y monocitos/macrófagos.
  • La ACTH (otra hormona pituitaria) influye sobre la corteza suprarrenal, induciéndole la producción y liberación de corticoides, que pueden deprimir el sistema inmune.
El sistema nervioso autónomo, especialmente el simpático, inerva a órganos linfoides primarios y secundarios:
·        Fibras adrenérgicas que terminan en el estroma de la médula ósea y en la corteza y médula del timo.
·        En el adulto, las fibras adrenérgicas inervan las áreas T de bazo y ganglios.
El sistema nervioso central (SNC) puede actuar sobre el sistema endocrino, que a su vez influye sobre el sistema inmune. A su vez, el sistema inmune puede influir sobre los otros dos sistemas:
·        Ante una situación de estrés el hipotálamo hace que la hipófisis anterior libere hormona adrenocorticotropa (ACTH), la cual actúa sobre la corteza de las cápsulas suprarrenales para que a su vez liberen glucocorticoides. Estos glucocorticoides tienen efectos de inmunosupresión
·        Bajo ciertas condiciones, los linfocitos y leucocitos mononucleares producen ACTH, pero no se sabe exactamente su significado funcional.
·        En animales de laboratorio se puede llegar a un condicionamiento respecto de la respuesta inmune.
·        En humanos igualmente existen datos que indican posibilidad de condicionamiento mental.
·        Una actitud mental adecuada puede suponer una ayuda





Introducción a la tolerancia.
La respuesta inmune especifica, tanto humoral como celular, está regulada tanto en su naturaleza como en su intensidad y duración por una serie de factores como son: por el antígeno, por anticuerpos, por inmunocomplejos, por la naturaleza de la célula presentadora, por citoquinas, por factores genéticos del hospedador, por redes idiotípicas, por regulación neuroendocrina.
Según la naturaleza del antígeno
Las bacterias extracelulares, los productos bacterianos, y en general los antígenos solubles suelen inducir principalmente una respuesta humoral. Ahora bien, los antígenos polisacarídicos y lipídicos, al no poder ser ligados al MHC, no son presentados a los linfocitos TH restringidos por el MHC propio por lo que no hay respuesta celular, sino que generan producción de IgM, sin memoria inmunológica ni maduración de la afinidad.
Las bacterias intracelulares provocan sobre todo respuesta celular. Cuando el antígeno es eliminado las células t y b vuelven en reposo, disminuyendo así la intensidad de respuesta del sistema inmune.
Según la Dosis
Las dosis óptimas inmunogénicas dependen de cada antígeno, pero en general dosis muy altas inhiben la respuesta inmune. Las dosis muy altas de antígenos polisacarídicos pueden provocar tolerancia en las células B y En algunos casos, la concentración alta de antígeno origina delecciónclonal de células específicas para dicho antígeno.

Según la vía de administración
La administración subcutánea o intradérmica suele ser inmunogénica. Pero grandes cantidades de antígeno por vía oral, venosa o como aerosol pueden provocar tolerancia inmunológica o una desviación de respuesta.
Competencia entre antígenos
La presencia de un antígeno determinado en una mezcla de antígenos puede provocar una gran disminución de la respuesta inmune a esos otros antígenos. Esto puede ocurrir incluso entre epitopos de una misma molécula antigénica.
Propiedades de la inducción de la tolerancia

        La tolerancia es un estado adquirido ("aprendido"), no innato,·
        que se induce más fácilmente en linfocitos inmaduros,·
        que se induce cuando no hay señal coestimulatoria,·
        y que requiere que el antígeno persista para que dicho estado permanezca.·
Los principales factores que afectan a la tolerancia experimentalmente inducida son el estado del antígeno, su dosis y vía de entrada, y el estado de los linfocitos.
1) Vía de entrada
Que mejor inducen tolerancia son las de administración oral y la intravenosa. La tolerancia oral puede que haya evolucionado para evitar reacciones contra proteínas ingeridas necesarias para la nutrición. La administración intravenosa tiene más probabilidades de inducir tolerancia que la subcutánea.
2) Estado del antígeno
Los antígenos solubles inducen mejor la tolerancia que los particulados.

3) Dosis del antígeno
Dosis muy altas o muy bajas del antígeno pueden inducir estado de tolerancia.
4) Susceptibilidad de las células T y B
Las células T se vuelven tolerantes pronto y se mantienen así durante más tiempo que las células B.
Con las técnicas de Ingeniería Genética es posible "diseñar" ratones de laboratorio que portan genes previamente clonados bajo el control de promotores adecuados (ratones transgénicos). Esto permite estudiar de modo directo la autotolerancia, ya que el gen introducido se expresa en fases tempranas del desarrollo, y por lo tanto podemos comprobar el efecto de que el sistema inmune entre en contacto temprano con determinadas moléculas.
Cómo se logra el estado funcional:
  • Delección clonal: eliminación física de las células (auto)-reactivas en algún momento de su proceso de maduración;
  • Aborto clonal: bloqueo de la maduración/diferenciación de la célula inmadura;
  • Anergia clonal: inactivación funcional del linfocito maduro.
  • Ignorancia clonal: clones de linfocito T o B autorreactivos potencialmente funcionales, pero que no llegan a activarse porque el auto-antígeno está en muy pequeña cantidad (ejemplo: idiotipos de Ig o de TCR) o está secuestrado en órganos inmunológicamente privilegiados.


Produce entre tolerancia central y tolerancia periférica:
·        Tolerancia central: la que ocurre en los órganos linfoides primarios con los linfocitos inmaduros. Este proceso debe de estar ocurriendo continuamente, ya que también lo está la producción de linfocitos T y B.
·        Pero esta tolerancia central no debe de ser la única, ya que es difícil imaginar que todos los posibles auto-antígenos lleguen al timo y a la médula ósea durante la maduración de los linfocitos T y B. Se habla entonces de que deben de existir también mecanismos de inducción de tolerancia periférica.
1) Tolerancia central en linfocitos T
El estado de diferenciación del timocito (linfocito inmaduro) es determinante para esta delección.
2) Tolerancia periférica (postímica) de linfocitos T
Algunas células T potencialmente autoagresivas logran escapar de la selección negativa del timo, por lo que el sistema inmune posee mecanismos para evitar su acción.
3) Tolerancia central de linfocitos B
Existe evidencia de que existe tolerancia central por delección clonal de linfocitos B inmaduros (mIgM+) durante su maduración en la médula ósea.
4) Tolerancia periférica de linfocitos B
        ·Delección clonal de linfocitos B maduros en periferia.
        ·Anergia clonal cuando los receptores del linfocito B tienen un alto grado de ocupación.


PARALISIS INMUNOLOGICA

La parálisis inmunológica ante dosis elevadas del antígeno, fue demostrada por primera vez en 1942, por FELTON  describió que era posible inducir la pérdida específica, de reactividad a polisacáridos neumococcicos en ratones (parálisis de felton).
La parálisis inmunológica es específica y se ha demostrado que no se forman anticuerpos durante la misma. Esta clase de tolerancia se puede inducir con la administración  de antígenos dotados de parecidas, pero no idéntica, especificidad sobre todo cuando difieren solo en grupos haptenicos.

La unión parabiotica de animales genéticamente, distintos suele poner punto y final, a un estado toxico en uno o en ambos, miembros de la unión.
En todo caso, si la disparidad genética entre los dos, no es grande es posible que se dé la tolerancia. Este tipo de tolerancia es muy similar a la parálisis producida por la parálisis de FELTON dependiendo de la persistencia de antígenos específicos, así , mismo la inyección repetidas por parálisis incompleta ,o incluso de fracciones subcelulares ,a ratones a llegado al desarrollo de adaptación negativa específica, aun en la vida adulta, la inducción de esta forma de adaptación negativa resulta fácil cuando la barrera de histocompatibilidad es relativamente leve pero cuando las diferencias de histocompatibilidad son grandes la adaptación se vuelve más difícil.